Para esta entrada me he decido aportar unas imágenes de estos pequeños, pero no por ello menos importantes.
Me atrae la simpatía que derrochan en sus rápidos movimientos, y lo curiosos que son, aparte de la cercanía que demuestran. Cuando llevas un rato con ellos se acercan a curiosear e ignorando por completo tu presencia continúan con sus tareas habituales, que no dejan de ser las de alimentarse y asearse.
Empezamos por los Chorlitejos, chico y patinegro:
Aquí una Aguja colinegra:
Y para ternimar por hoy un Andarríos chico:
Un saludo.